Entre el ocaso del siglo XX y el alba del XXI (1998-2001), dirigí la sección cultural de OIGA, la desaparecida revista peruana. Durante ese período, creé «El jardín de Hieronymus»: un espacio dedicado a breves reflexiones sobre arte, cultura y escenas limeñas de fin de siglo. En mi columna del 30 de junio de 2000, recopilé comentarios extraídos de los libros de visita de las principales galerías de arte de Lima, la mayoría hoy desaparecidas. Por cuestiones de privacidad, opté por omitir los apellidos, pero preservé intacta la autenticidad de aquellas voces.

El otro lado del arte

Estos son algunos de los mensajes dejados por el público a los artistas en los libros de visita de una que otra galería de arte en Lima. Me he tomado el trabajo de transcribirlos para ustedes:
Carlos M.: «Sr. X: Su exposición me ha parecido tan plana como las líneas que le escribo. Por favor, sea más ondulado»
NN.: «Sr. X: Es usted realmente un joyero de la basura»
René A.: «Eres como todos»
Richy: «Estoy triste y tu arte me hizo sentir peor»
Tu sobrino M.: «¡Qué viva Dadá por muchos años! ¡Dadá sonoro!»
Pilar H.: «¡Arte! ¿Esto es arte? ¡Arte es lo que hago diariamente en mi casa: con apenas cien devaluados soles le doy de comer a 15 personas! ¡Qué viva la Europa de mi casa!»
Manuel M.: «La muestra es muy bonita, pero veo pura mancha»
Óscar D.: «Menos mal que es gratis»
Sandra O.: «Sr. X: Soy una niña que lo admira mucho. Son muy lindas sus pinturas. ¿No podría hacer una con mi nombre? Gracias»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Facebook
Twitter
WhatsApp