Bettie Page

Bettie Page

  • Fecha de nacimiento: 22 de abril de 1923
  • Lugar: Nashville, Tennessee
  • Altura: 1,67 m
  • Ojos: Marrones
  • Cabello: Negro
  • Medidas: 91-60-88

Con ustedes, señoras y señores: Bettie Page, la reina del pin-up.

Su foto adorna las Harley-Davidson de los motociclistas más recios de las carreteras norteamericanas. Su rostro es el más tatuado en los brazos de los camioneros que surcan las autopistas californianas de costa a costa. Bandas folk y metal como “My Life with the Thrill Kill Kult”, “Lords of Acid” y “Old Skull” le dedicaron canciones y la colocaron en las portadas de sus álbumes. Heroínas de cómics como The Rocketeer, Vampirella y Phantom Lady se inspiraron en ella para crear a sus heroínas.

El pop art y diversos pintores como Andy Warhol han usado su efigie para atraer más público. Más fotografiada que Marilyn Monroe y Cindy Crawford juntas, la conocida colección de arte del editor alemán Benedikt Taschen le ha dedicado un tomo completo. Cientos de modelos la imitan. Madonna retomó su estilo en videoclips y fotos para su libro Erótica, además de su vestuario.

Pero, ¿quién es este icono de la cultura estadounidense? ¿Dónde está que no la vemos?

La respuesta lleva un nombre: Bettie Page. Considerada la reina de los pin-ups —afiches de modelos casi desnudas que inundaron EE. UU. en los años ’40 y ’50—, realizó sesiones fotográficas de bondage y spanking (escenas de sumisión y castigo físico explícito). Rodó cortometrajes, convirtiéndose en la modelo más solicitada de los Camera Clubs (espacios donde fotógrafos colaboraban en sesiones grupales bajo suscripción).

Bettie estaba en la cúspide de su carrera. Había sido elegida Playmate de 1952, y su deseo era llegar a Hollywood. Sin embargo, las denuncias por obscenidad que enfrentó junto a sus managers (una pareja de hermanos) la sumieron en escándalos. En 1957, su abrupta desaparición en Nueva York marcó el fin de su carrera. En años posteriores fue olvidada hasta ser redescubierta a mediados de los setenta, gracias a la venta de revistas, posters y merchandising. Desde entonces, su imagen se ha convertido en un icono.

Para muchos, Bettie Page es la modelo más importante de fines de la primera mitad del siglo XX. Detrás de su desaparición existieron innumerables conjeturas, investigaciones y teorías tan dispares como: haber sido asesinada o raptada por aliens y gánsteres, hasta haber sido una espía que, cuál moderna Mata-Hari, servía a una potencia extranjera. ¿Qué había sido de Bettie Page? ¿Dónde se encontraría ahora? ¿Viva o muerta? Las respuestas llegaron décadas después, gracias a investigaciones independientes.

Bettie Page
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Sus películas y fotografías —muchas destruidas por la censura— fueron apareciendo paulatinamente desde archivos privados. En 1993, la película Tease-O-Rama fue redescubierta en el almacén del rey de la explotación cinematográfica, David Friedman. Dicha cinta se comercializó en vídeo y, lógicamente, fue todo un suceso. Pero, más sorprendentemente aún, ese mismo año Bettie Page reapareció.

Detrás de ella había innumerables escritores ansiosos de contar su historia. Finalmente, decidió ser entrevistada por Karen Essex y James L. Swanson. El resultado fue el libro Bettie Page: La vida de una leyenda del Pin-up. Repleto de fotos inéditas, cuenta la historia de Bettie desde su desaparición, su posterior casamiento y conversión al catolicismo, atribuyendo su retiro a presiones estatales y censura.

Algunos recordarán el especial televisivo E! True Hollywood Story de la cadena E! (canal 29 del cable en nuestro país) acerca de la vida de nuestra chica estrella. Hasta ahora, el misterio no ha dejado de rondarla, pues su imagen actual, así como su paradero, son desconocidos y guardados en el más estricto secreto.

«Por favor, recuérdenme como fui. Tengo la esperanza de que entenderán. Estoy contenta ahora. Gozo mi privacidad y mi vida simple. No tengo recuerdos», declaró Page a sus fanáticos.

Solo nos queda contemplar sus fotos, las miles de pinturas y revistas que existen de ella o inspiradas por ella, navegar en páginas de internet y transportarnos con sensaciones que fluctúan entre la inocencia y el salvajismo de sus ojos y esa sonrisa, ese guiño, bajo el flequillo más icónico de los cincuenta.

A la izquierda, una de las primeras fotos de Bettie Page como modelo, junto a ella, la última conocida, la del personaje inimitable e inolvidable

Veinticinco años después, Bettie y la eternidad del flequillo

Han pasado veinticinco años desde que estas palabras intentaron acercar el enigma de Bettie Page al público peruano. El tiempo, sin embargo, no ha apagado su leyenda. Murió el 11 de diciembre de 2008, a los 85 años, en un hospital de Los Ángeles: una neumonía y un infarto marcaron un contraste cruel con la vitalidad de sus fotos en blanco y negro. Partió sin despertar de la inconsciencia, como si su adiós replicara el misterio de su desvanecimiento en 1957.

Aquella chica de Nashville que revolucionó el erotismo con sus pin-ups y luego se esfumó siguió siendo, incluso en muerte, un espejismo. Los rumores de su supuesto asesinato o su vida como espía hoy son polvo de archivo, pero su rostro —ese flequillo impecable, esa sonrisa entre candor y desafío— persiste en camisetas, tatuajes y portadas de discos.

«Recuérdenme como fui», pidió. Y el mundo obedeció: la recordamos atada con cuero en sesiones de bondage, no como la mujer que envejeció entre sombras, alejada de las cámaras. Bettie Page murió dos veces: una en 2008, y otra cuando dejó los estudios en los ’50. Pero su segunda muerte nunca fue del todo real.

Veinticinco años después de este artículo, su mirada sigue interrogándonos desde el pasado, como si el tiempo, para ella, fuera solo otra ficción fotográfica.

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