MI CRÍSIS VINÍLICA
Es inevitable: a veces, la vida te lanza una maceta. Un proyecto importante se cae, una relación termina, o simplemente tus letras ploteadas en vinil no pegan ni a tiros en el vidrio. Se arrugan, se levantan, se deslizan. En esos momentos, es fácil querer romper todo, caer en la negatividad y decir que todo está perdido.
Así se me hizo todo, transfer y letras ploteadas, parecía que no había solución…
Luego miras al cielo, hay un vitral verde y piensas que tu misión, ha sido siempre la misma, encontrar la solución precisa. Convertir el caos en calma, la crisis en oportunidad. La carencia en ingenio.
Con la combinación adecuada de actitud, esfuerzo y los ojos conectados con el cerebro en un proceso de creatividad, puedes superar cualquier obstáculo que se te presente. Lo importante es cómo reaccionas ante las dificultades. Puedes elegir hundirte o visualizar la oportunidad de mejorar las cosas y eso es crecimiento.
Así me quedó luego de un respiro profundo…
La clave para superar cualquier crisis vinílica es ser positivo, tener paciencia y buscar soluciones creativas. Con un poco de esfuerzo y maña, conseguirás que tus textos ploteados se queden en el cristal como si siempre hubieran estado ahí.