Por: D. Contreras M.

Algunas rutas expositivas que sugiero en el Centro Histórico de Lima. Quienes disfruten del arte de moda, respaldado por nuestros (re)conocidos críticos y curadores, pueden visitar la exposición Sucesión, de Rubén Saavedra en el Museo Metropolitano de Lima. Aquellos interesados en el arte emergente, en un espacio independiente y autogestionado, deben acercarse a la Galería Martín Yépez y explorar la potente muestra Somos Libres. Por otro lado, quienes aprecien los rincones de la historia del arte y deseen profundizar en las colecciones de nuestros museos, encontrarán en la exposición Acervo Gráfico: Una mirada a la colección de grabado Museo de Arte de San Marcos – MASM, una visita necesaria.

Esta última destaca por el valor y la fuerza de las obras seleccionadas por el curador Manuel Munive, quien ha logrado un guion inmersivo que recorre las colecciones del MASM a través de una acertada división cronológica y estilística. La exposición incluye piezas en grabado serigrafia e impresion que merecen ser redescubiertas, junto con otras ampliamente conocidas cuya presencia siempre es bienvenida.

La museografía fluye con un devenir armonioso, sin interrupciones, que permite a las obras desplegarse cómodamente sin distraer al espectador. El montaje, impecable como siempre, es fruto del esfuerzo del equipo “oculto” del MASM, bajo la dirección del museólogo e historiador del arte Edwin Huancachoque.

Destaco particularmente dos momentos clave en el recorrido. Uno es la selección de grabados de Eduardo Álvarez, obras de gran contundencia que, sin embargo, nos hacen extrañar información biográfica en la sala que ayude al visitante a conocer más sobre el artista.

Obras de Eduardo Álvarez

El otro es La carpeta del espantapájaros, del maestro Carlos Bernasconi (rara vez me he sentido tan cómodo utilizando este término). Es un conjunto poderoso, siniestro y solitario, que centra su atención en ese grotesco muñeco asediado por aves del campo. Es imposible no reconocer en esas criaturas aladas el trazo de las ilustraciones que Bernasconi creó para el cuento de Sebastián Salazar Bondy, El señor gallinazo vuelve a Lima. Me permito contar que este libro, a su vez, dio nombre a una exposición que curé años atrás en la Casa de la Literatura Peruana, lo que me permitió profundizar en la obra de Bernasconi. Insisto: un maestro en toda regla.

La carpeta del espantapájaros, de Carlos Bernasconi

La exposición Acervo Gráfico, desde su inicio, sigue la propuesta que en su momento estableció el anterior director del MASM, Augusto del Valle, para la sala Juan Acha, un espacio previo que reflexiona sobre la colección del museo en diálogo con las propuestas de la sala principal.

En esta ocasión, se ha optado por una selección gráfica de afiches de la Reforma Agraria peruana producidos por el SINAMOS a fines de la década de 1960, en pleno velasquismo cultural, diseñados por Jesús Ruíz Durand. Estas piezas, de gran formato, destacan por su claridad conceptual y su estilo único y vanguardista, potencia difícilmente replicada por el mismo autor en obras futuras.

Tan recomendables como interesantes, la selección de esta muestra convierten a Acervo Gráfico en una visita obligada para los interesados en el grabado peruano y para quienes deseen adentrarse en la riqueza artística de este género en las colecciones de un museo tan querido y que merece siempre más.

Y finalmente, si estas tres rutas que sugerí al inicio despiertan tu curiosidad, felicitaciones: tienes los ojos que el arte peruano necesita.

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