Cajamarca… panorama de un largo proceso

El Palacio Miraflores. Otuzco (tomado de Shinya Watanabe)

Los primeros pobladores cajamarquinos iniciaron el poblamiento de este territorio, extenso y heterogéneo, hace miles de años, al que se adaptaron e integraron exitosamente, sentando las bases de su desarrollo como cultura. Han dejado testimonios visuales importantes que expresan su modus vivendi, con características definidas manteniendo su identidad en cada periodo. Estas expresiones visuales son fuentes indispensables para la historia del arte cajamarquino. En esta publicación vamos hacer un recuento breve de algunas. 

Escribe: Daniel Cotrina Rowe *


ARTE RUPESTRE

La roca ha sido desde tiempos inmemoriales uno de los primeros soportes para pintar y grabar en el mundo, del mismo modo en nuestro territorio los artistas cajamarquinos la utilizaron, aplicando variedad de técnicas, para plasmar de manera simbólica su vida que a la vez objetivaron su manera de pensar como expresaba Ana de la Torre (1990).

Pictografías. Las más conocidas se encuentran en el cerro Callacpuma.  Estas expresiones primigenias del arte cajamarquino también se pueden ubicar en otros lugares como: el cerro el “Concejo”; el “Hualgayoc”, “El Calvario” en Udima de Santa Cruz; en San Ignacio; San Pablo; Contumazá y demás provincias.

Los colores usados frecuentemente han sido: el ocre amarillo, el rojo indio y ocasionalmente el blanco y negro.

Petroglifos. Se conoce con este nombre a las creaciones realizadas sobre la superficie de las rocas que han sido  grabadas aplicando diversas técnicas. Se ubican en diferentes lugares como: Cumbe Mayo en Cajamarca, Yonán y el Mosquito en Tembladera. 

No se tiene conocimiento de arte mobiliar, obras artísticas pequeñas, trabajadas en piedra, madera o hueso que deben haber sido trasladadas de un lugar a otro por nuestros artistas o por el grupo humano del que formaban parte.

DEL FORMATIVO A LA CULTURA CAJAMARCA

El Formativo configura el inicio de la civilización en nuestro territorio hasta el desarrollo de la Cultura Cajamarca que comprende desde 800 años a.C al siglo XVI, en este tiempo son innumerables las evidencias artísticas que nos ha legado nuestra cultura, constituyendo expresiones únicas creadas en diversos soportes destacando por su factura y estilo peculiar que la distingue de otras culturas coetáneas. Este arte posee un espíritu propio e independiente que le da autenticidad.  

Pintura mural. Los primeros indicios de pintura mural pertenecen a Huacalona tardío (1000 – 500 a.C), donde se han encontrado fragmentos de los muros decorados. Los colores utilizados fueron el: rojo, negro, amarillo, gris, blanco, rosado, azul y verde. El color más popular es el rojo y el color negro se usa, generalmente, para contornear las figuras dibujadas que representan a garras de felinos y cabezas de serpientes (Terada: 1979).


Escultura. En la ladera occidental del centro arqueológico conocido como Layzón, se han encontrado esculturas que representan figuras humanas en posición de cuclillas; una coge un bastón mientras que la otra lleva un cuenco a la espalda.  En Kuntur Wasi – San Pablo, llaman nuestra atención los monolitos labrados en piedra con iconografía que trasciende el pensamiento de los pobladores de este horizonte. El hueso, la arcilla y los metales fueron otros de los materiales utilizados. 

«Este arte posee un espíritu propio e independiente que le da autenticidad.»

Cerámica. La cerámica del Formativo Cajamarquino, de textura áspera ha sido decorada con motivos   geométricos o diseños estilizados de carácter felinico, usando frecuentemente los colores: blanco, rojo, ocre amarillo y marrón oscuro. Se aplicó técnicas como: incisiones, punteado, brochado, línea bruñida y engobe rojo creando una factura particular en los ceramios.

Platos y cucharas Cajamarca (Tomado de, Shinya Watanabe)

La Tradición Cajamarquina es el periodo en el que floreció el arte realizado, principalmente, sobre la superficie de la cerámica. Adquiere características peculiares que la diferencian de etapas anteriores, definiendo un estilo que los estudiosos han denominado: Cursivo clásico, cursivo floral y Cajamarca semicursivo.

Cerámica, cursivo floral, (Museo Larco)

La cerámica de esta tradición, caracterizada por el uso del caolín de grano fino, ha sido el soporte preferido de los artistas. Estas pinturas representan a personas, animales, plantas, o simplemente figuras geométricas que se combinan conservando un orden interno en un esquema compositivo andino. 

Arte textil.  Son pocas las muestras que se tienen de textiles de la Tradición Cajamarquina, principalmente por lo difícil de su conservación; sin embargo, se ha encontrado abundantes torteros, agujas y punzones de hueso que evidencian una producción textil considerable.   

INFLUENCIAS EN EL ARTE CAJAMARQUINO

El arte cajamarquino ha sido influenciada por otras culturas como la ejercida por los Wari en el Horizonte Medio. En la cerámica cajamarquina se percibe en sus formas y diseños y en la arquitectura unas construcciones con estructura de planta rectangular y muros anchos.

Con el dominio de los Incas en el siglo XV, Cajamarca se convierte en un centro importante de producción de tejidos, aquí se confeccionaba un tejido especial y complejo como el «cumbi» cuya fineza y delicadeza requería de personas especializadas. La producción textil fue abundante y los españoles en más de una oportunidad no ocultaron su asombro al ver los tambos llenos de vestimentas. La vestimenta ha sido única, el cronista Jerez la describe con estas palabras:

«La gente de todos estos pueblos, después que se subió a la sierra, hacen ventaja a toda la otra que queda atrás, porque es gente limpia y de mejor razón, y las mujeres muy honestas; traen sobre la ropa las mujeres unas reatas muy labradas, fajadas por la barriga; sobre esta ropa traen cubierta una manta desde la cabeza hasta media pierna, que parece mantillo de mujer. Los hombres visten camisetas sin mangas y unas mantas cubiertas. Todas en su casa tejen lana y algodón, y hacen la ropa que es menester, y calzado para los hombres de lana y algodón, hecho como zapatos»

Durante la ocupación Inca en Cajamarca se pueden determi­nar dos modos de trabajo artístico; uno que corresponde directamente a las formas de trabajo Cuzqueño y otro en el que se combinan ambas tradiciones. 

Cuarto del Rescate, único testimonio arquitectónico de los Incas en Cajamarca. 

Hay que agregar que estas expresiones artísticas amplían su diversidad con las creaciones de los grupos de mitimaes como los: Collique, Cañaris, Chilcos entre otros, que al ser trasladados a nuestro territorio traen consigo su tradición plástica que logran adaptarla y recrearla en un proceso simbiótico que llega a nuestros días.

[Artículo publicado en el suplemento Dominical de El Nuevo Diario, el domingo 23 de enero de 2021]


* Daniel Cotrina Rowe

Estudió dibujo y pintura en la Escuela de Formación Artística Mario Urteaga Alvarado de Cajamarca, donde labora como docente. Ha participado en diversas exposiciones tanto en el Perú como en el extranjero. Actualmente dirige el Centro de Arte Achikwayra, en Cajamarca.


2 comentarios en “ARTE CAJAMARQUINO: Panorama de un largo proceso”

  1. Felicitaciones estimado Daniel Cotrina, gran esfuerzo y el resultado un gran trabajo que identifica la identidad de esa tierra bendita como Cajamarca, a seguir con tus investigaciones, un gran abrazo

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