Cuando las fuentes históricas se desvanecen | Un dibujo de Max Aguirre
Cuando me sumerjo en el fragmentado mundo de la investigación histórica, el paso del tiempo es mi aliado y a la vez, mi adversario implacable. En su transcurso, las horas y los días me brindan oportunidades únicas, pero también me arrebatan valiosas fuentes que jamás volveré a encontrar.
Recordé esta situación ahora que quiero retomar una investigación sobre el catchascán en el Perú y su maravillosa gráfica de difusión. Distintas labores y muchas más excusas me habían mantenido alejado de este proyecto durante demasiado tiempo. Organizar toda la información y las imágenes reunidas en jornadas completas de búsquedas y registros, así como recuperar parte del archivo depositado por años en una oficina del centro de Lima, eran dos situaciones ineludibles y de rápida acción. Ya estaba ansioso por reconectar con aquellos que habían contribuido a mis pesquisas.
Y me enteré del fallecimiento de Máximo “Katu” Aguirre en 2020.

“Katu” Aguirre, campeón peruano de billar, quedó pendiente de mi promesa de reunirnos y hablar sobre su padre, el gran Max Aguirre, un empresario que dejó una huella imborrable en el mundo del deporte pero sobre todo del catchascán en Lima, y en todo el Perú, durante los años 50 del siglo pasado.
Don Max Aguirre, el padre de Máximo, había sido en su juventud un destacado luchador de box y un apasionado promotor del pugilismo deportivo. Fue él quien encendió la chispa de la lucha libre en Lima, convirtiéndola en un deporte espectáculo de gran aceptación popular. Décadas de diversión y de gráfica de las cuales no queda nada. Solo mal información.
Don Max mueve los hilos del catchascán peruano
La imagen que persiste en mi memoria al escribir de don Katu, es la de un magnífico dibujo, enmarcado en la vieja sala familiar de los Aguirre en el barrio de El Porvenir, en La Victoria. La escena representaba a don Max, hábilmente manejando los hilos de una lucha épica entre dos luchadores, uno de ellos el legendario Blue Demon.
En 2008, Máximo me envió una copia por correo (“Hola Daniel, aquí te envío el dibujo que no te pude mandar anteriormente, espero que tu trabajo salga bien y cualquier consulta estamos para servir. Bye.”), pero lamentablemente, toda información sobre su autor, como el año y las circunstancias de su realización, se perdieron con él.

No lleva firma, pero con seguridad pertenece a Víctor Honigman, excelente dibujante de raíces austriacas quién llegó al Perú en 1954 y se encargó de los anuncios de las luchas en el diario La Crónica, donde también laboraba Max Aguirre. Es su estilo inconfundible.
Las horas y los días son implacables, y para todo investigador son, o por lo menos debieran ser, un recordatorio urgente de la importancia de actuar con prontitud y determinación en la preservación de nuestras fuentes históricas. Cada momento que pasamos postergando una posibilidad, lamentablemente, nos conduce a la pérdida de testimonios invaluables, de personas invaluables.
1 comentario en “¡CACHASCÁN DEL BUENO! | Un dibujo de Max Aguirre”
En que año y donde nació Max Aguirre Grau